El francés decidió volver a competir en el WRC doce años después aprovechando el regreso al campeonato del Rallye Montecarlo, su prueba talismán, el lugar donde consiguió su última gran victoria en 1994. Lo hizo a los mandos de un vehículo de nueva generación,un Ford Fiesta RS WRC con el que se mostró encantado. Y, a pesar de su inactividad, cuajó una notable actuación, marcando algunos cronos muy destacables, sobre todo en el bucle del Turini, y acabó llegando a la meta en sexto lugar, por delante de pilotos que podrían ser sus hijos.
Ahora, después de reencontrarse con las sensaciones de un WRC -en este caso, de la última hornada-, con los viejos amigos de la caravana mundialista, la adrenalina de la competición... Delecour está decidido a correr algunos rallyes más del Mundial esta temporada a los mandos del Ford Fiesta RS WRC.
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