sobre todas las superficies, aunque si tenemos un buen compromiso en tierra, ya que se trata del tipo de terreno más habitual en el Campeonato del Mundo. Sobre nieve, opino que tenemos todavía un margen de mejora importante, pero es difícil de estimarlo con exactitud porque nos faltan elementos de comparación, en especial por la modificación ostensible del comportamiento de los coches que ha provocado la nueva reglamentación”.
“El DS3 es grato de conducir y las prestaciones del motor nos permiten utilizar todas las cualidades del bastidor. Es obvio que siempre quisiéramos algo más de potencia, pero opino que los nuevos coches serán muy espectaculares de ver. A nivel del pilotaje, hará falta ser muy fino en las trayectorias para conservar la mejor velocidad de paso por curva posible”. “Esta temporada es para mi un nuevo desafío, un nuevo reto, con mucha más incertidumbre que en las anteriores. Nuestros rivales han desarrollado su material y ahora faltará esperar a los primeros rallyes para que se establezca la jerarquía. Antes incluso de eso, a mi me hará falta comenzar el año siendo más rápido que los que dispondrán del mismo material que yo. Batir a Sébastien Ogier y a Petter Solberg no será nada fácil. Mi opinión es que será una temporada difícil, aunque eso no hace más que reforzar mi motivación”.
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