Una salida de Sébastien Ogier ha trastocado los planes de Citroën, cuando ya parecía que tanto él como Sébastien Loeb se iban a hacer con las dos primeras posiciones del rally. Finalmente la victoria ha sido para Loeb, que también arañaba un punto en el “Power Stage” que ganaba Mikko Hirvonen (Ford), segundo a la postre seguido por su compañero Jari-Matti Latvala, en una prueba que no ha salido del todo mal para la formación dirigida por Malcolm Wilson, que continúa liderando los certámenes de pilotos y constructores, a pesar de haber conseguido sólo tres scratch a lo largo de los 22 tramos disputados. Si Suecia fue territorio Ford, en México le ha tocado el turno a los Citroën. De hecho apenas han dejado pequeños resquicios para los coches de M-Sport, pues el dominio ha sido casi total a lo largo de las tres etapas por parte de los dos Sébastien, Ogier y Loeb, a los que también se quiso unir Petter Solberg en algún lance de la carrera, incluso apostando muy fuerte el último día para intentar llevarse los puntos del “Power Stage”. Pero la fiesta de Citroën terminaba con sabor agridulce cuando en el primer tramo de los tres previstos en la última etapa se producía el abandono de Sébastien Ogier, al arrancar una rueda delantera tras una salida. No cabe duda de que la experiencia de Sébastien Loeb jugado a su favor en el desarrollo de la carrera, a pesar de las órdenes dadas por Olivier Quesnel, Director del equipo Citroën, al señalar que quería a los dos pilotos en la llegada. La victoria de Loeb supone un bálsamo para la formación francesa, pero también los pilotos de Ford han sabido pescar en río revuelto aguardando su oportunidad ante la falta de prestaciones de sus Fiesta RS WRC.
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