El Rali do Cocido ha supuesto la primera cita de la temporada 2011, y la primera victoria para Iván Ares, que ya el año pasado estuvo entre los mejores en este mismo rally (había peleado por el primer puesto, terminando finalmente en la tercera posición) y que este año ha logrado hacerse con una victoria con la que muy pocos contaban. Y es que el de Ares es un equipo modesto que gracias a la importantísima ayuda de una serie de patrocinadores, compite a bordo de un Mitsubishi Lancer cuyas prestaciones no siempre están a la altura de las de los vehículos de sus principales rivales, cada año mejor armados. En esta ocasión, Ares se enfrentaba hasta a tres vehículos de la categoría WRC (la más exclusiva en los ralis, con coches desarrollados expresamente por las marcas para competir en el Mundial) así como a otra quincena de Mitsubishi Lancer.
La carrera comenzó el viernes por la noche, en un tramo urbano nocturno repleto de público. Tras este “aperitivo”, la carrera de verdad comenzaría el sábado. Ares marcaba el mejor crono en dos de los cinco primeros tramos, de forma que concluía la mañana como líder del rali (a pesar de haber sufrido un pinchazo) con algo más de nueve segundos sobre Pedro Burgo. Por la tarde Ares marcó otros dos scratch y esa diferencia llegó a superar los 20 segundos, pero algunos problemas técnicos provocaron perder súbitamente esa ventaja. Al último tramo, disputado en plena noche y bajo un diluvio, Ares llegaba con apenas un segundo de diferencia, pero no llegaría a tomar la salida. Iván explicaba que: “-Mi coche era el tercero en salir. Primero lo hizo Burgo, y después Roberto Blach, cuyo coche dejaba un reguero de líquido debido a algún problema mecánico. Ya en otro tramo anterior me llevé algún susto por ello, y viendo el charco que dejó en la salida, no quise hacer el tramo. No estaba dispuesto a encontrarme un charco de aceite, salirme de la carretera y destrozar el coche. Si eso sucede, a lo mejor no puedo seguir corriendo. Mi intención era abandonar, y aparté mi coche a un lado de la carretera para que el rali siguiese su curso, pero de hecho los demás pilotos pensaban de la misma forma que yo. En todo caso los que tenían la última palabra eran los responsables de la organización, y la decisión de éstos fue la de neutralizar esta última especial por motivos de seguridad, así que creo que no me equivoqué.” La neutralización del tramo, después de que tan sólo dos coches lo hubiesen completado, implicó que siguiendo el reglamento se aplicase un crono “nominal” a todos los demás afectados. Al entender que el crono de Blach se había logrado en circunstancias anormales (puesto que el coche circulaba con una avería), se atribuyó a todos el mismo tiempo marcado por Burgo, de forma que la situación se saldase con “empate”. Esa situación propiciaba que Ares mantuviese su ventaja anterior y se hiciese con la victoria: “
- Me hubiera gustado más ganar a Pedro en los tramos, como estuvimos haciendo durante todo el día, pero no había las condiciones para ello. Esta victoria es increíble y muy difícil que se repita. Sólo hay que pasar por un parque de asistencia y ver la diferencia de recursos que hay entre mi equipo y el de Burgo, al margen del vehículo que empleamos uno y otro. Es una victoria que dedico a todos mis patrocinadores y equipo, en una semana muy dura para todos nosotros. El domingo anterior, uno de mis mecánicos tuvo un accidente transportando el coche de carreras, y no pudimos tenerlo reparado hasta el mismo viernes en que empezaba el rali, mucho menos hacer un test en condiciones. La gente de AR Vidal ha trabajado a contrarreloj estos días.”
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