Después del accidente del viernes, tras el que se perdió la segunda sesión de entrenamientos libres, Sebastian Vettel ha logrado su tercera victoria consecutiva del año, con una estrategia a cuatro paradas, tras la pole conseguida el sábado. Vettel, que ha mantenido el liderazgo de principio a fin de la carrera, ha sido el único que no ha tenido que luchar con los constantes adelantamientos que han marcado la prueba, lo mismo que sucedió con el GP de China hace tres semanas. Su compañero de equipo, Mark Webber, le ha arrebatado el segundo puesto al piloto de Ferrari, Fernando Alonso, a tan sólo diez vueltas para el final. Al completar los 309,396 kilómetros de la carrera, la diferencia entre los tres primeros clasificados ha sido únicamente de 10,075 segundos. Los cinco primeros clasificados han utilizado una estrategia a cuatro paradas, la primera ocasión en la que ha sucedido en la temporada. Jenson Button ha tenido que ceder dos posiciones en el tramo final de carrera, finalizando sexto, con una estrategia a tres paradas, y equipado con Pero de compuesto duro (duro) que eran siete vueltas más antiguos que los de su compañero de equipo.
Aun así, el piloto de Virgin, Jerome d’Ambrosio, ha completado la prueba con dos pit stop, mientras Kamui Kobayashi, de Sauber, lo ha hecho con tres, pasando de la última posición en la parrilla (debido a un problema técnico en la sesión de clasificación) a posiciones de puntos, 10º. La superficie abrasiva y una temperatura bastante cálida, 18º C ambientales y 30ºC en pista, así como la exigente curva 8 del circuito de Estambul, han convertido esta pista en una de las más exigentes de la temporada, en términos de desgaste para los neumáticos. A pesar de las extremas circunstancias, las cubiertas han resistido el reto. Ambos Red Bull realizaron un temprano intento en la Q3 para cuidar sus neumáticos de cara a la carrera. Una táctica que también adoptó Nico Rosberg (Mercedes), el tercero de la parrilla de salida.
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